Desde el momento que uno conoce a la gran familia Miebach nota que no solo nos unen los objetivos profesionales y los proyectos que llevamos a cabo, sino que hay algo más allá de cada uno de nosotros, pero de lo que todos somos parte. 

Miebach nace como una empresa familiar, rasgo que forma parte de su ADN y que explica el origen de “esto” que quiero dar a conocer, o ilustrar, en esta oportunidad. Desde la primera entrevista, me hablaron de la cultura de la empresa y de los valores compartidos. Sin embargo, a medida que pasan los años, puedo afirmar que son las personas quienes construyen estos valores y no la empresa quien se los impone.

La primacía de los valores y de las personas me lleva a un punto curioso que refuerza aún más este sentido de pertenencia: ¿cómo es posible que estando presentes en tantos países y contando con oficinas de características tan diversas seamos todos uno? La respuesta a esta pregunta se responde a través de lo que yo, personalmente, llamo Travel & Training. Como su nombre lo indica, este término consta de capacitaciones alrededor del mundo, lo que engloba de manera resumida la cultura Miebach: vanguardia, profesionalismo y diversidad.

Con respecto a las capacitaciones, esto nos permite no solo mantenernos actualizados respecto de los últimos desarrollos tecnológicos a nivel mundial sino también conocer a colegas de otras oficinas a fin de intercambiar experiencias laborales y personales. ¡Compartir una semana entera con compañeros que poseen los mismos valores que uno es una experiencia que no tiene precio! Nos da un fuerte sentido de pertenencia, permitiéndonos desarrollarnos a nivel profesional y personal.

Si de viajes hablamos, tenemos la oportunidad de, una vez finalizado el training, continuar viajando; beneficio que para quienes nos gustan conocer nuevos lugares y enfrentar nuevas aventuras, es un verdadero plus.

Este año 2024, tuvimos la suerte de coincidir con un colega y amigo de la oficina de Buenos Aires, en un training llevado a cabo en la ciudad de Heidelberg, Alemania. Sabíamos que teníamos una gran experiencia por delante, pero decidimos llevarla al siguiente nivel y organizar juntos un viaje por Europa; destinos que aún no conocíamos y teníamos pendientes. Esto no sólo nos permitió vivir momentos increíbles, sino que también fortaleció nuestro vínculo. Recorrimos 5 países: Alemania, Austria, República Checa, Eslovaquia y Hungría, a través de los cuales tuvimos la oportunidad de visitar operaciones logísticas, museos, castillos y hasta parques naturales. Por sobre los lugares y el conocimiento técnico, conocimos personas asombrosas y nos conocimos a nosotros en un ambiente distinto al que frecuentamos en nuestra vida cotidiana.