Estar en casa cuando trabajas en un sector conocido por exigir largas jornadas laborales y altos niveles de estrés es complicado, pero Miebach valora un equilibrio saludable entre el trabajo y el tiempo libre. Además, la empresa, de propiedad predominantemente familiar, simpatiza con las familias jóvenes y ofrece diversas opciones de apoyo. Una opción que me pareció especialmente atractiva fue reducir temporalmente mi carga de trabajo a una semana laboral de cuatro días. Además, me tomé dos permisos parentales de dos meses cada uno, sin que ello afectara negativamente a mi trayectoria profesional. Después de ser padre, la semana laboral de cuatro días me permitió encontrar un equilibrio entre mi vida profesional y personal. Al plantear mi petición a mis supervisores, recibí una gran comprensión y rápidamente nos pusimos de acuerdo en una hoja de ruta para prepararnos adecuadamente a mí y al equipo para el cambio de mi horario de trabajo.
El horario concentrado en cuatro días a la semana no sólo me proporcionó un día más para actividades personales en mi nueva vida familiar, sino que también mejoró mi productividad durante los días de trabajo tradicionales.